La Trampa de la Eficiencia
¿Cuánto del mito de Sísifo sigue vigente hoy en día? ¿De qué manera la Eficiencia puede convertirse en una trampa? Te invito a reflexionarlo juntos.
Sísifo había sido condenado por los dioses griegos a una tarea eterna y sin sentido.
Su castigo consistía en empujar cuesta arriba una enorme roca con el fin de alcanzar la cima de una colina.
Lo cual, te imaginarás, le requería tiempo y un gran esfuerzo para lograrlo.
La condena no terminaba ahí, ya que al instante que la enorme roca tocaba la cima rodaba de nuevo hacia abajo sin que Sísifo pudiera hacer nada para evitarlo.
Tan solo mirarla rodar e imaginar el esfuerzo inútil que volvería a dedicar para llevarla arriba nuevamente —y hasta la eternidad.
Quizás por momentos te pase como a Sísifo, dedicando horas de tu vida a esfuerzos que no llevan a un progreso real.
Si es así, te puede ayudar conocer más sobre esta “condena eterna” —o trampa de la eficiencia— para comenzar a evitarla.
Empecemos con un poco de cotilleo —chisme— sobre Sísifo y por qué fue sentenciado a tal castigo eterno.
Sísifo era un tipo pillo —astuto—, desobediente y desafiante.
También bastante arrogante y con tendencia al engaño, principalmente a los dioses a quienes respetaba poco —o nada.
El engaño más destacado fue el que le hizo a Hades —dios del inframundo— atándolo con cadenas e impidiendo así la muerte de las personas en el mundo.
Luego de una cantidad importante de este tipo de desobediencias, los dioses enfurecidos sentenciaron a Sísifo a esta condena ejemplar y eterna.
Sentencia que en en la actualidad parecería condenar a más de una persona en el mundo organizacional.
Personas (pre)ocupadas, dedicando esfuerzos inútiles a tareas eternas y que no aportan ningún valor, repetitivamente de manera diaria, semanal, mensual, anual…
Como si cada espacio de “tiempo libre” en sus agendas reclamara ser ocupado, llenado con algo más para hacer, una meeting, un documento, una tarea pendiente.
De Sísifo a esta parte en muchos casos parecería que sólo hemos cambiado la roca por emails, calls, chats, excels…
Si, como a mí, algo de estas líneas te interpela, déjame decirte amigo mío que hemos caído en la trampa de la eficiencia.
Ocupados en un mundo donde la importancia pareciera estar en encontrar significado en el esfuerzo mismo, sin importar los resultados, ni los objetivos a alcanzar.
Creo que estamos a tiempo de detenernos, volver a conectar con nuestros objetivos personales, a preguntarnos ¿Para qué? una y mil veces, y reconocernos con TODO lo que hemos logrado hasta acá, ¿no te parece?
¿Serán mis inminentes 44 que me tienen así reflexivo —algo desobediente y desafiante?
Seguramente. Así que se me ocurrió como manera de reconocimiento y celebración hacerte este regalo en el mes de mi cumple.
Para que más personas accedan a TODO el contenido de Facilitadores Digitales y se ahorren tiempo y esfuerzos inútiles.
Tómalo como una invitación a desafiar la trampa de la eficiencia en la que estamos metidos.
Te mando un abrazote.
Maro
PD: gracias a todas las personas que me mostraron que de 1930 a 2030 hay cien y no mil años de distancia 💯
PD 2: a veces también me gana la exageración.
PD 3: exagerado como este descuento hasta fin de Julio, 44% OFF.